El salón de la Mansión Lawson.
Blake estaba sentado frente a Wilton, bebiendo su café.
Afuera, la lluvia caía a cántaros, y de vez en cuando un relámpago iluminaba brevemente el cielo oscuro.
Sus ojos se desviaron por un instante hacia la habitación donde se encontraba Ashley, luego llevó la taza a los labios y dio un sorbo lento. Una sonrisa satisfecha se dibujó en su rostro.
—Entonces, ¿cómo va todo? —preguntó.
—Todo está listo, jefe —respondió Wilton con serenidad, tomando un sorbo de su café—. Más de una docena de empresas bajo nuestro control ya firmaron con Emerald Artists Agency y Phoenix Entertainment. Solo las penalizaciones por incumplimiento nos harán ganar una fortuna.
—Bien —dijo Blake, volviendo a dirigir la mirada hacia donde estaba Ashley—. ¿Y las alimañas de la empresa? ¿Ya desaparecieron?
Wilton vaciló un momento, luego sacó de su bolsillo una lista doblada y se la entregó.
—He revisado todo —dijo—. Estas personas han estado colaborando con Rupert, pero no puedo aseg