Blake creía que, cuando llegara el momento, Bianca acudiría a él en busca de consuelo, sabiendo cuánto la amaba.
Reese lo escuchaba, sintiendo cómo su corazón se desplomaba.
¿Estaba Blake tan concentrado en esperar a Bianca que no podía ver más allá?
Blake notó lo decaída que se veía Reese. Aunque le dolía hacerla sufrir, sabía que debía ser sincero para evitar malentendidos.
—Y, Reese, incluso si Bianca no existiera, incluso si no sintiera nada por nadie más, tampoco estaría contigo. Simplemente… no somos compatibles. ¿Lo entiendes?
Sus palabras fueron duras, y a Reese le costó procesarlas.
Pero habría sido mucho más cruel darle falsas esperanzas.
Esperar algo que nunca va a pasar es el dolor más grande.
—No se trata de ti. Eres una gran persona. No seas tan dura contigo misma. Encontrarás a alguien que sea una mejor pareja para ti de lo que yo podría ser —agregó él.
Reese entendió el mensaje oculto detrás de sus palabras.
Poco a poco soltó la manga de su camisa, dejando ver una tris