Bianca se frotó la frente y dijo: —Ya basta, lo que está hecho, está hecho. Vamos a idear otro plan. Encontraremos una salida a esto.
Recordó lo emocionada que había estado Reese cuando Bianca le compartió la noticia. Reese había estado trabajando muy duro para prepararse para el programa, tomando clases de baile y siguiendo una dieta estricta, comiendo solo algunas verduras y trozos de maíz cada día. Ver su dedicación hizo que Bianca se sintiera terrible por ella. Le había prometido a Reese que las cosas mejorarían una vez comenzara el programa.
Pero ahora, Bianca no sabía cómo darle las malas noticias.
La ira de Diana seguía hirviendo. Caminaba de un lado a otro y golpeó la mesa con la mano, diciendo:
—¡No hemos hecho nada malo! Nunca hemos ofendido a nadie. ¿Quién está en contra de nosotras? ¡No puedo más!
Su explosión de ira le recordó a Bianca los problemas recientes. Sentía que sus recursos les estaban siendo arrebatados uno por uno.
Cada vez parecía más que alguien estaba inten