El rostro de Dave se ensombreció ligeramente. Miró fijamente a Blake, su voz seguía siendo fría.
—¿Y eso qué te importa?
—¡Me importa mucho! —respondió Blake, apretando los puños. Su inseguridad se desvaneció, reemplazada por una determinación firme—. ¡Ella se supone que iba a casarse conmigo!
—¿Qué acabas de decir? —Las cejas de Dave se fruncieron, y su mirada se volvió casi amenazante.
Blake lo enfrentó sin retroceder.
—Quizá no lo sepas, y probablemente Bianca no planeaba decírtelo. Estaba dispuesta a cancelar nuestro compromiso solo por estar contigo. La verdad, yo tampoco quería ese compromiso. Respeté su decisión y no quise retenerla en algo sin sentido.
—Entonces, ¿por qué lo mencionas ahora? —preguntó Dave.
Blake soltó una risa despectiva, dio un paso adelante y lo miró desafiante.
—Porque me di cuenta de que tú no la amas como yo. Ella no será feliz contigo. Pero conmigo… conmigo sí lo será.
Los ojos de Dave se oscurecieron. Soltó una carcajada amarga y sarcástica mientras lo