Esa mentira había decepcionado profundamente a su mentora, quien decidió terminar abruptamente sus clases.
Ahora, al reencontrarse cara a cara, Bianca se sentía abrumada por el remordimiento, como si hubiera traicionado a Monica.
Después de finalizar una reciente interpretación, Monica sugirió un descanso para todos. Dejó su violín a un lado y se acercó a Bianca.
—Has estado observándome con atención, jovencita —dijo con suavidad—. ¿Aún sientes amor por el violín?
Bianca bajó la cabeza y asintió levemente, sin decir palabra.
Fue entonces cuando Stacey tomó el brazo de Bianca y se dirigió a Monica, —Señora Hughes, tiene razón. Bianca ama el violín. Siempre ha esperado la oportunidad de tocar para usted, quizás incluso recibir alguna orientación.
Monica le lanzó a Stacey una mirada con leve desaprobación, y luego miró a Bianca con una sonrisa cálida.
—Está bien, me parece perfecto.
Bianca dirigió la vista al violín que descansaba sobre un estante junto a la piscina. Hacía mucho que no t