Bianca soltó un suspiro de alivio al ver que todo se había solucionado. Si no fuera así, el hecho de que Ashley insistiera en que Elaine la había mordido habría sido un gran problema.
—Elaine, está bien —Bianca se arrodilló frente a la niña y le dio un suave golpecito en la nariz—. Pero recuerda, no puedes morder a la gente. No es así como resolvemos los problemas.
Elaine sollozó, claramente molesta.
—Ella dijo que soy grosera. ¡No dejaré que nadie diga eso, especialmente si insinúa que mi mamá me crió mal!
Bianca lo comprendió.
—Elaine, ¿pensaste que estaba siendo cruel con tu mamá?
Elaine asintió firmemente.
—Sí. Mi mamá ha pasado por muchas cosas. No dejaré que nadie sea malo con ella. ¡Tengo que protegerla!
Resultó que Elaine no mordía por miedo o rebeldía, sino para proteger a su madre a su manera.
Bianca sintió un nudo en el corazón. Elaine había demostrado más fortaleza de la esperada, pero a su corta edad, merecía ser cuidada y protegida.
La abrazó con ternura, acariciando su