Los latidos de mi corazón eran amenazantes y mi mente se nubló un poco. Estaba en un gran aprieto si mi jefe se enteraba de que estaba mezclando mi vida personal con mi trabajo, a fin de cuentas, Matt debía velar por la seguridad de la panadería y yo estaba atrayendo con mi presencia a un delincuente.
—¿Quién es James? —repitió Matt con insistencia y me miró extrañado, frunció un poco el ceño y añadió—: ¿Puedes decirme qué es lo que sucede?
Estaba en medio de un lío, pero si no decía le verdad me podía ir peor, además, tarde o temprano de la boca de esos policías iba a salir la verdad y yo quedaría como una mentirosa, y eso tampoco me ayudaría tanto para mantener mi trabajo. De modo que, restregué mis ojos un poco y aclaré mi voz con un leve carraspeo.
—Matt, es una histori