—Pa-Papá, ¿por qué razón Esteban no contesta el teléfono? —pregunté entre dientes, sintiendo otra contracción un poco más leve que las anteriores, respiré profundo y exhalé lentamente.
Le había marcado más de cinco veces y Esteban no contestaba, lo que me parecía verdaderamente raro viniendo del. Estaba muy pendiente últimamente, sabíamos que en cualquier momento podría nacer nuestra hija.
—Fue hacer un trabajo y en ese lugar no hay mucha señal, tardara un día en volver —comentó un poco distraído, seguro estaba muy ocupado, pero haría que enloqueciera un poco.
—Va a nacer tu nieta, así que harás hasta lo imposible para que su padre en menos de media hora este en el hospital —susurré amenazante y colgué.
Alessandro me miró de reojo y frunció el ceño, sabía lo que estaba pensando y me adelante.
—No —dije firme.
—Soy su padre, Luciana —advirtió.
—Ay ¡mierda duele mucho! —grité, agarrando su brazo y ap
Espero les guste mis amores.