Mundo ficciónIniciar sesión— ¿Puedo descansar? —pregunté, rogando para mis adentros que aceptara.
Llevábamos más de cuatro horas atendiendo pacientes, bueno él, yo solo era una espectadora que escuchaba cada una de sus explicaciones y preguntaba cuando tenía una duda.
Sentía mucha presión en mi parte baja, sabía que debía de sentarme pronto o algo malo pasaría.
— ¿Descansar? —cuestionó, terminando de leer el historial clínico del paciente. Pidió unos exámenes a los enfermeros y agarró mi brazo.
No dije nada, me dejé llevar.
¿A dónde íbamos? Ni idea, pero sabía con antelación que no me gustaría.
Entramos a un consultorio, su consultorio.
—Ponte aquella bata y sube a la camilla, te revisaré —demandó.







