El corazón de Vanessa, luchaba por tranquilizarse y que ella solo quería evitar darse media vuelta y correr fuera de la habitación.
-Es evidente que no me esperabas.-La verdad es que no... lo siento tía, me ha asustado. -No tienes porqué asustarte, tesoro- le sonrió y golpeó suavemente un lugar en la cama junto a ella, en una clara señal que deseaba su compañía- ven acá, hemos dejado una conversación a medias y es evidente que deseo culminarla. -Pero...-No tienes nada que temer- le sonrió- ven, siéntate junto a mi.Vanessa, dejó escapar un poco de aire de sus pulmones y caminó hasta sentarse junto a su tía. Aunque era obvio que era un Reina buena y bondadosa, ella se sentía intimidada, era la madre de Nael, suponía que ese sería el centro de la conversación y aquello estaba