Didier, intento afinar más su visión para intentar verla en la oscuridad, pero no era mucho lo que podía hacer.
-¿Y bien?- la voz de ella sonó cargada de fastidio- estoy esperando una respuesta. -Quiero saber a qué juegas- dijo con dientes oprimidos. -No sé a qué te refieres, pero si lo que querías era un charla social, hubieses esperado hasta mañana en vez de asaltar así mi habitación. -Sabes claramente que me refiero al Príncipe. ¿Que pretendes Haleine?-¿Que te importa?, sál de la habitación y déjame en paz, Didier. -Te comportaste de una manera desvergonzada, poniéndote en evidencia frente a él, es obvio que poco te importa lo que opinen de tu padre. -Ni siquiera sé que sentido tiene esta conversación, no te debo explicaciones de ningún tipo.-¡Eres una maldita caprichosa!- dijo furioso. -¡Y tu un maldito idiota! - lo miró en medio de la oscu