Llegaron a la oficina y la asistente caminó tras de ellos.
— Buenos días doctora.
— Buenos días, ¿Que tenemos hoy?
— Aquí le enviaron la notificación firmada del juez, del pedido para ir al área restringida del crimen.
— Perfecto, iremos a inspeccionar el lugar de los hechos, no quiero dejar en las calles a un culpable de feminicidio, por qué si es así, yo misma haré que tenga la pena máxima. — Habló mientras miraba en la pantalla las imágenes.
— ¿A quien vas a refundir en la cárcel? — Entró preguntando Virginia. Y alterno miradas entre Sergio y Julianne.
— Saben que, no me interesa saber a quién dejaras en la cárcel, lo que quiero saber es por que tienen esas caras de borrego degollado.
— ¡Yo! por mi embarazo, ¿Acaso no lo sabes? Vomito a cada rato.
— ¿Y tú me dirás qué también vomitas? ¿Acaso tengo cara de inocente? — Preguntó achicando los ojos como escudriñando el secreto en sus ojos.
— Julianne, Julianne. — La nombró con amenazas mientras reía Sergio.
— Ya me contarás.
— Pues n