Capítulo treinta y tres
La verdadMi padre no dejará de sorprenderme jamás. ¿Por qué me dejaría una carpeta llena de fotos? No cualquier tipo de fotos: retratos de él y Beatrice.
<< ¿Por qué crearía tantas barreras para encontrar unas simples fotos? >><< ¿Por qué me las dejaría a mí? >>Siento que ni siquiera me pertenecen. Pensé que el colgante me daría respuestas y ahora solo tengo más preguntas. Él me dijo que todas las respuestas se encontraban en se dichoso chip.Tiene que haber algo más.<< Piensa, Rina >>, repito mi mantra una y otra vez.Mi tía no puede ser la traidora. Papá no hubiera dejado un último mensaje para ella, si así fuera. Y las lágrimas de Beatrice… fueron sinceras. No encaja. ¿Entonces…?No hay nada ni nadie más, pero el traidor debe estar relacionado con esas fotos… o esa relación.Llevo mis manos a la cabeza y masajeo mis sienes. Mi cabeza es un desastre.Una idea demasiad