Mundo de ficçãoIniciar sessão—Somos un gran equipo—. Respaldo lo bien que nos llevamos fuera del dormitorio porque en la oficina somos el equipo de ensueño.
Nos sentamos en un cómodo silencio durante un rato, como si dejáramos que las palabras calaran hondo.
—No tenemos sentido —susurra.
—¿Tenemos que hacerlo?—
—Ya no sé nada.—
¡Ni que lo digas, cariño!
Toca la pantalla de su teléfono para mirar la hora y exclama con sorpresa: «¡Caramba, se está haciendo tarde y mañana tenemos una reunión temprano a las ocho!».
Levanto la mano para llamar la atención del camarero y pido la cuenta, molesto porque mi tiempo con ella esta noche está llegando a su fin.
—Le pediré a Jenkins que te lleve a casa —le informo.
Afuera, le abro la puerta del coche. —Nos vemos mañana, Annerys&







