ELIZABETH.
Lo dije.
Lo dije.
Con el puño de mi mano apreto mis párpados con furia ya que siento que estoy a punto de derramar lágrimas.
—¿El? — La voz de Diablo llega hasta mi pero lo ignoro —¿Ela? — cuestiona ya que no la ve alrededor
—Se durmió — es lo que respondo y bajo mi cabeza para ponerla entre mis manos
Siento sus pasos entrar al lugar y la cama moverse a mi lado sus brazos me rodean, pero me niego a dejarme ir en llanto.
—¿El? — no hablo —¿Qué sucede? — cuestiona
Me quedo en silencio por varios segundos mirando a la nada mientras Diablo espera pacientemente que hable. Suspiro.
—Se me salió — es lo que digo, pero sé que Diablo no me entiende — Dije en voz alta que Ela es mi hija — respira con fuerza y sé que está igual de sorprendido que yo
—¿Ela te escuchó? — indaga
—No, fue a unas madres que se burlaron de ella y a quien golpeé —
—¿Golpeaste a una mamá? — asiento —Bien hecho — me felicita, lo cual me hace soltar una risa — Nadie se burla de Ela — asiento
—Me sacó de casill