C51-¿NO QUIERES SABER QUIEN ES TU PADRE?
Elizabeth se aferró al marco de la puerta, el corazón golpeándole con fuerza. Había algo en su mirada que la hizo retroceder medio paso sin darse cuenta.
—¿Qué… quiere? —repitió.
El beta inclinó la cabeza, observándola como si tratara de descifrarla.
—Quería conocerte… saber si eres tú en realidad.
La sangre se le heló.
Su voz no tenía interés de hombre hacia mujer, sino de cazador hacia presa, y tragó saliva, con las manos temblando.
—No sé de qué habla, pero si sigue diciendo esas cosas voy a hablar con el alfa.
Intentó cerrar la puerta, pero él apoyó la palma antes de que pudiera cerrarla. Y con un movimiento lento y seguro, la abrió un poco más, sus ojos brillaron al detallarla, casi como si hubiera confirmado una sospecha.
—Eres tú… —murmuró—. Tienes que ser tú.
Elizabeth tragó y se aferró a la puerta.
—No sé de qué habla. Váyase.
Intentó cerrar de nuevo, pero él habló.
—¿No quieres saber quién es tu padre?
El cor