C105-¡PORQUE ERES MÍO!
Gideon entró al agua de un salto, haciendo que Melinda gritara emocionada al salpicarla. La niña se aferró a su cuello y ambos comenzaron a reír y jugar, pero, aunque parecía concentrado en ella, sus ojos nunca se despegaron de Elizabeth y sabía que ahora ella lo estaba mirando, que lo había seguido con la vista desde el momento en que se quitó la camisa.
Y Elizabeth, aún con la rabia en el pecho por ese guiño descarado a la sirvienta, decidió devolverle el golpe donde más dolía. Se giró hacia Draxel, elevando la voz lo justo para que Gideon escuchara.
—¿Me ayudas con la espalda? —le pidió, entregándole el frasco con un tono deliberadamente coqueto.
El cambio en el rostro de Gideon fue inmediato, su sonrisa se congeló, y la superficie del agua alrededor suyo pareció helarse. Tobias lo miró con un gesto de "te lo dije" mientras se acomodaba más en su asiento disfrutando del espectáculo, pero la gran sorpresa fue la respuesta de Draxel, quien consciente de lo que