Tres días después de la operación, ya Thasha estaba en casa y todos estaban felices de tenerla de vuelta. Raymer, decidió quedarse a pasar un tiempo con ellos y evidentemente Nathasha estaba más feliz que nunca ¿ quién lo diría?, una apendicitis la llevó a recuperar a su adorado tío. La cena se llevó a cabo en silencio, hasta que Roymer decidió hablar.
-Tengo una noticia muy importante que darles.
-¿Qué sucede hermano?
-Tengo que salir a un viaje de negocios, debo viajar a Rusia, tendremos una reunión con su presidente.
-¿Te vas, papi? – preguntó la niña triste.
-Si cariño, pero intentaré volver pronto- le aseguró mientras le dedicaba una hermosa sonrisa.
-¿Me traerás regalos?- le preguntó con una enorme sonrisa en sus labios- en Rusia deben haber cosas bonitas que puedas traerme.
-Por supuesto que sí, princesa. Te traeré muchísimos regalos- la miró con adoración.
-¿No dices nada, cuñada?- preguntó Raymer.
-Me he qued