LEVY RIZZO
No hay nada más hermoso que ver a tu mujer embarazada y sobre todo estar al pendiente de cómo va creciendo du vientre, como también crece el temor a que algo malo suceda. A pesar de estar en paz doble la seguridad, me volvería loco si algo les pasara.
Estamos en el mejor momento de nuestra vida, al llegar a casa y ver a mi esposa esperarme para cenar, dormir con el calor de su cuerpo no lo cambio por nada.
-Nena estas muy sexi – le susurro al oído mientras se ve al espejo pasándose las manos a su pequeño bulto de cinco meses y ella sonríe – no te imaginas cuanto me pones – la tomo de la cintura para comerme sus labios.
-Calmado amor, se nos va a hacer tarde – resignado salimos de la habitación tomados de la mano.
Aunque vivimos en nuestra propia mansión mi madre hace acto de presencia cada mañana, comenzaron a trabajar juntas en su agencia de modelaje por lo que se han vuelto muy cercanas, más que una suegra se ha convertido en amigas.
-Buen día mis hijos – nos recibe con u