Me levanté y mire a mi alrededor, ya era de noche, yo me levanté de la cama y fui al baño, mire mi reflejo en el espejo y empecé a llorar otra vez.
Domenic me había matado en vida, ya no podía sentir más nada, exepto dolor.
Respiré hondo y me limpie las lágrimas, si yo sentía dolor, el también lo iba a sentir, no era justo que solo yo sufriera.
Agarré uno de mis bolsos y metí el celular y las llaves del coche, iba a darle un regalo que él jamás iba a olvidar.
Baje las escaleras decidida a ir a la recepción de la boda.
Busque la invitación y para mí suerte estaba en una pequeña mesa, la agarre y la metí en el bolso.
— Claudine — Grito mi madre, pero yo no le preste atención, corri a las puertas de la salida, cuando salí de casa me di cuenta que estaba lloviendo a cántaros. Corri a mi coche, entre, lo encendí y arranque.
Maneje por mas o menos una hora, hasta que llegue al lugar donde se estaba celebrando la recepción.
Cuando salí del coche la gotas de lluvia me empaparon por completo,