A la mañana siguiente, mientras estaba en la ducha la imagen de Claudine llegó a mi cabeza, su piel bronceada y suave, sus pechos llenos coronados por ese par de pequeños chocolates. agarré mi polla que ya estaba bastante dura y empecé a subir y bajar mi mano, pensar que nadie ha tocado su cuerpo me ponía de una manera exagerada, imaginarme entrando en ella y saber que fui el primero me hacía la boca agua, necesitaba tenerla. jamás me había encaprichado con con una mujer, siempre he usado y desechado a las mujeres a mi antojo, pero ella es diferente, Claudine es ese dulce que nunca pensé que me llegará a gustar.
” Me gusta Darcy " La Sueve voz de Claudine ataladro mi cabeza, sacándome del trance en el que estaba.
Abrí los ojos de inmediato y dejé de tocarme.
No podía imaginar a nadie más que a mí siendo el primero de ella, Claudine iba a ser mía de eso estaba más que seguro, ella era una presa fácil, una chica sin experiencia como ella caerá ante mi en un par de días, después de conseg