Narrado por Miguel.
Odiaba las reuniones familiares, si no fuese porque le prometí a Patri que pasaría a saludarla, no estaría allí, arruinando mi cita con Luisa.
Por supuesto mi hermano y su esposa me miraron por encima del hombro, tía Clara estaba perdida por los jardines, huyendo de mi madre y Catalina que querían encerrarla en su cuarto, pero todo eso valió la pena al ver el rostro ilusionado de la cumpleañera.
Me abrazó, asegurándome que era lo mejor que podía pasarle, me dio besos por toda la cara, mientras yo intentaba alejarme sin éxito, y todo se fue a la mierda cuándo me preguntó por Lu.