Capítulo 14 – Una petición indecente.
Narrado por Miguel.
Tuve un día de mierda, la verdad. El hijo de puta de Jesús seguía jodiéndome la vida, en la distancia, y yo sólo quería acabar con la vida de ese cabrón, vengarme de cada puta puñalada trapera.
Justo iba a tumbarme y a descansar la vista, en mi cama, cuando alguien entró en la tranquilidad de mi barco. Era David.
- ¿Qué haces aun así, mamonazo? – se quejó – tenemos que salir a celebrar tu ascenso – bufé.
- Ya te he dicho que aún no está cerrado – declaré – falta la firma del resto de accionistas, y el puto Jesús no me la va a dar.
- Bueno, pues vístete y vente a despejarte, tienes cara de haber pasado la peor semana de tu vida – sonreí, me conocía bien.
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