Ana Isabel y Miguel, son los protagonistas de esta historia. Ella, fue traicionada por su novio un par de meses antes de su boda. Él, fue abandonado por su novia luego de tres años, por ser pobre. Ambos deciden iniciar de cero y encontrar a la persona correcta. Unas cuántas mentiras y entuertos, los llevarán a encontrarse y vivir experiencias inolvidables y llenas de emociones nunca antes vividas. Al descubrirse sus secretos, los dos deciden separarse y cumplir sus objetivos, encontrar a su pareja ideal. ¿Podrán olvidar todo lo que vivieron durante ese tiempo? ¿Estarán destinados a no estar juntos?
Ler maisCuando Ana Isabel recibió esa mañana, la noticia de que se convertiría en la asistente personal de la gran empresaria Abril Rowling, sintió que la vida le estaba devolviendo las cosas que desde hace tiempo esperaba.
—A partir de mañana, estará trabajando directamente con la Sra Rowling. Ella despidió a su antigua asistente, así que te encargarás de suplir a Janeth. Espero que tengas suerte —le comentó la jefa de departamento de Recursos Humanos.—No se va a arrepentir, haré que la Sra Rowling esté conforme con todo mi trabajo.—Eso espero Ana Isabel. Aprovecha esa oportunidad. Por ahora, recoge las cosas y ponlas en la que será desde hoy, tu nueva oficina.—Ahora mismo. —dijo visiblemente emocionada, salió de la oficina de Raquel y fue por sus cosas.Colocó la caja sobre la mesa, metió sus libros preferidos de empoderamiento femenino y mindfullnes, la libreta de anotaciones, su laptop y el portaretrato donde aparecía junto a su amado Fernando. Lo sujetó entre sus manos y le habló como si estuviese frente a él.—Ahora, podremos tener más dinero para alquilar nuestra nueva casa. —exhaló un suspiro, aquello la llenaba de ilusión.Pronto podría casarse con Fernando e irse a vivir a un lugar más cómodo para ambos. El pequeño Loft donde vivían, cada vez se hacía más incómodo. Todos los instrumentos de Fernando, el órgano y la guitarra eléctrica, las cornetas y la caja se cables ocupaban el 50% del reducido espacio de 6x6 mts² donde vivían desde hace dos años.Ana Isabel tomó la caja y fue hasta su nueva oficina. Abrió la puerta con una mano y luego con su cadera la empujó para lograr entrar. Aquel lugar era espectacular, comparado con su cubículo como recepcionista del departamento de reclamos y atención al cliente en la empresa. Ahora sería la asistente personal de la afamada empresaria Abril Rowling, Presidenta y CEO de Redline, la prestigiosa marca de productos de belleza en Manhattan.Luego de colocar las pocas cosas que llevaba en su caja, se sentó para disfrutar del confort de la silla de cuero negro, ergonómica y giratoria. Tantas veces se imaginó en aquel lugar, que sonríe satisfecha, sus planas en el libro de los sueños realizados, estaba funcionando.Las horas pasaron rápidamente mientras organizaba todo, por lo que al mirar el reloj, ya estaba por terminar su horario de trabajo. Tomó su bolso, sacó las llaves y salió apresuradamente para tomar un taxi hasta el supermercado que quedaba a pocos metros de su casa. Pensó “compraré una botella de vino para festejar con Fer, se que se pondrá muy feliz con esta noticia”. Quería sorprenderle.Entró al supermercado, compró lo que necesitaba y salió del lugar, caminó hasta su casa, introdujo la llave y la puerta se abrió con el leve roce de sus manos. Se sorprendió de que no estuviese asegurada, escuchó voces y reconoció la voz de Minie, la corista de la banda donde Fernando cantaba. Al acercarse, vio a la corista sosteniendo entre sus manos, no precisamente el micrófono, sino el falo de su pareja desde hace dos años.Ana Isabel, no podía creer que eso estuviese pasando. No ese día, no cuando todo parecía ir de maravillas. La bolsa que llevaba en sus manos, cayo estrepitosamente al piso.—¡Fer! —gritó, él abrió los ojos y la rubia volteó a verla.Fernando, empujó la cabeza de la chica hacia atrás, por poco le desprende la cervical y por poco ella no le arranca un pedazo con los dientes.—Ana, no es lo que crees —se levantó abruptamente del sofá cama. Intentó calmarla pero ella estaba que echaba espuma por la boca de la rabia.Su rostro se tornó enrojecido, las mandíbulas sumamente contraídas y la mirada fija en su novio de toda la vida.—¡Suéltame y sal de aquí ahora mismo, con tu mujercita! —exclamó llena de indignación y dolor.—Mi amor, déjame explicar… —la mano de ella estampó sus dedos en el rostro de Fernando, impediendo que este culminara la famosa frase. Fernando la miró sorprendido, nunca la había visto actuar de esa manera. Nunca vio tanto odio en ella como en aquel momento.La rubia tomó su bolso y sin decir nada, salió de allí apresurada.—Vete Fer, vete porque no sé de lo que soy capaz. —dijo enardecida, señalando la puerta.—Ana, yo te amo. Nos vamos a casar en dos meses, lo olvidas.—Lo olvidaste tú, ¿dime desde cuando te revuelcas con Minie? Ahora entiendo por qué el apodo, es una m*****a rata, al igual que tú. Vete ahora mismo, antes de que te queme todo lo que tienes aquí dentro, recoge tus cosas y lárgate ahora mismo. —se abalanzó contra él y lo golpeó en el pecho con frustración, pero sobre todo con profundo dolor.Conociendo como la conocía, Fernando no dudó en terminar de arreglarse el pantalón y tomar con una mano el estuche con la guitarra y en la otra, el teclado.—Tengo que volver por lo otro.—No, aquí no vuelves, si necesitas ayuda, yo me encargo.Ana Isabel, tomó la caja de cables, el monitor y lo colocó en la acera. Luego regresó y en la mochila, colocó las tres o cuatro camisas, los dos pantalones y su ropa interior. Aunque Fernando intentaba calmarla, ella estaba realmente alterada. Por suerte para él, esa noche tenían ensayos y justo en ese preciso momento llegó Esteban en su malibu clásico, modelo año 80, color crema.—¿Qué es esto wey? —preguntó al verlo con todas las cosas tiradas en el piso.—Ana acaba de correrme. ¿Me ayudas a meter las cosas en el baúl?—Claro mano. —el chico rubio bajó del auto, abrió el portamaletas y colocó las cosas de su amigo.Entre tanto, Ana lloraba desconsolada sobre la cama, seguía aturdida por aquella imagen que centelleaba en su cabeza con luces de neón intermitente.—Te odio Fer, te odio —se cubre el rostro con ambas manos, mientras su corazón y sus sueños están totalmente destrozados.Aquello debía ser una pesadilla, tal vez si se dormía, al abrir los ojos todo habría pasado y nada de aquello sería real. Era su única esperanza, la única.¿Cómo su novio de toda la vida, podía haberla traicionado? ¿Cómo podría superar aquel dolor y peor aún, cómo pagaría la reservación previa del salón de fiesta, las invitaciones y el pastel?Nada de aquello era justo para ella, nada. Cuando finalmente la felicidad parecía tocar a su puerta, un ciclón se la llevaba de un soplo.Después de varios minutos de dolor y lamentación, Ana Isabel, se puso de pie, cerró la puerta de un sólo golpe, y se dispuso a recoger el desastre que había causado cuando dejó caer la bolsa con la botella de vino. Se agachó para recoger los vidrios, y sin darse cuenta, se pinchó el dedo pulgar con una astilla de vidrio.—¡Mierda! —exclamó, apretó su dedo, la sangre comenzó a salir, se llevó el dedo a la boca y chupó hasta ver que ya no salía.El sabor de la sangre, era menos amargo que el sabor de la mentira y la traición. Después de terminar de recoger, aquel caos, abrió el frezeer y tomó una lata de cerveza, necesitaba ahogar su dolor, trató de comunicarse con su amiga Lauren, pero no pudo ubicarla. “Deje su mensaje, después del tono”.Se recostó en la cama individual donde dormía abrazada con Fer, si pudiera quemar aquel sofá, de seguro lo habría hecho. Por primera vez, el pequeño Loft se veía espacioso, tan vacío como ahora estaba su corazón.Toda la noche estuvo sin dormir, dando vueltas de un lado a otro en la cama, pensando desde cuando Fernando la habría estado engañando, imaginando las veces que los encontró juntos en su casa, sin imaginar que ambos se entendían a sus espaldas.Finalmente, se quedó dormida, cuando el despertador sonó, se levantó de un salto. Era su primer día como Asistente Personal de Abril Rowling. Se metió a la ducha, diez minutos después salió, se vistió acorde a su nuevo cargo como asistente, se maquilló con un estilo nut que ayudara a disimular sus ojeras. Estaba lista para salir y continuar con su vida. Caminó hasta la estación del subterráneo, minutos después se detuvo el metro y subió al vagón, estaba repleto, tuvo que quedarse de pie, sostiéndose del corredor de manos superior, mientras cavilaba en su nuevo en todo lo que había vivido el dia anterior, recordó la mágica frase de su autor favorito. “El Caos, sólo es el primer paso para las nuevas oportunidades”Esa era la actitud que debía tomar, empezar de nuevo y olvidar lo que para ese instante, resultaba inolvidable.Ana Isabel continúa con su monólogo, dando explicaciones a Miguel, pidiéndole que reaccione, que la perdone y acepte su amor, viendo que él no reacciona, cabizbaja y con el corazón destrozado, se gira para retirarse del campo de batalla, había perdido al único hombre que realmente amaba, repentinamente sintió una mano tirando con fuerza de su blusa, pensó que tal vez se había quedado enganchada en algún lado, pero al girarse, se encontró con la sonrisa de Miguel.—No te vayas, preciosa, por favor —Ana Isabel sintió un nudo en la garganta y ganas inmensas de llorar, mas no de dolor, sino de alegría.—¿Me estabas oyendo y te hiciste rogar? —Miguel eleva sus hombros y ella lo golpea en el pecho, pero él se queja— ¡Eres un mentiroso!—¡Auch, auuch! Me lastimas —Ana reacciona y se disculpa con él, pero Miguel vuelve a reír, sujetando su abdomen para no lastimarse.— Tú también eres una mentirosa, dijiste que no me amabas y no querías volver a verme. Ella sonríe, hace pucheros, termina
Un golpe de suerte llega a la vida de Miguel, la oportunidad deseada es servida para él en bandeja de plata. Finalmente, su sueño de ser millonario se había tornado en una realidad, de manera inesperada. “Es que siempre de lo inesperado llega lo esperado,” eso dicen. El nuevo local que Miguel alquiló para su taller estaba perfectamente ubicado, cerca del barrio donde viven sus padres, pero también colindaba con la ciudad; siendo el pelirrubio un hombre bondadoso, no quería olvidar de donde provenía y hasta donde había llegado. Aunque no tenía el amor de su vida a su lado, confiaba que en algún momento, volverían a encontrarse y quizás, sólo quizás comenzarían de nuevo. Ver como Ana Isabel estaba triunfando en el mundo del modelaje, lo hace sentir feliz por ella, aunque también le genera ansiedad, ahora que era reconocida y estaba ganando buen dinero, los pretendientes multimillonarios le lloverían, no había duda de ello. Mariah, quien había estado detrás de él desde hace unos me
La vida a Miguel lo volvía a golpear, le tocaba empezar de cero otra vez. El pelirrubio decaído por los últimos acontecimientos en su vida, ingresa a su antiguo taller, ese que le alimentó el hambre durante muchos meses y el que costeó los caprichos de Mariah. Miguel mira aquel polvo que tapiza todo el lugar por el tiempo que estuvo sin ir a darle una limpiada, a pesar de no quedar lejos de su casa, al cerrarlo se olvidó de su existencia. Al estar de nuevo desempleado tuvo que recurrir al lugar donde fue feliz haciendo lo mejor sabia hacer, reparando autos. Ese día Miguel se dedica a la limpieza de su taller, para abrirlo nuevamente en cuanto tuviese todo en perfecto estado. James, le reconoció los últimos días de su trabajo y le realizó el pago, con lo que llenó la despensa y compró materiales para aquel taller. En la noche su móvil se ilumina con una llamada de Mariah, la cual desvía. No quiere saber nada de ella, de la única mujer que desea saber algo, no quiere verlo ni en p
—Abril, Estefanía se niega a grabar el comercial para la nueva campaña —dice el jefe de producción audiovisual a la impetuosa mujer. Ana Isabel está en la sala de juntas a la izquierda de su jefa. La asistente tiene la mirada en su iPad anotando todos los puntos que se están concretando en esa reunión. —¿Qué quiere Estefanía? —pregunta Abril, guardando las apariencias, nadie de su equipo sabía lo sucedido el fin de semana. Ana Isabel levanta la mirada y frunce el ceño al escuchar el nombre de la esposa del amigo de su jefa. Esa semana para ella fue muy reveladora, descubrió que la esposa de James trabajaba para Abril, en su cabeza no podía procesar como siendo amigas, su jefa se metió con James. Es como si de pronto uno de los amigos especiales de Lauren, le comience a gustar y esté con él. Aquella idea era tan … Descabellado para ella. —Me llamó el manager de Estefanía, quiere cerrar contrato con Redline —vuelve hablar el jefe de Producción audiovisual—. Estefanía no quiere
Luego de descubrirse toda la verdad de Ana y Miguel, Abril está un poco recelosa, su trato hacia Ana Isabel es estrictamente profesional, simplemente no terminó despidiéndola porque Miguel se lo suplicó y realmente necesitaba de ella. Era una excelente asistente y eso era innegable. Es viernes y Abril quiere un poco de diversión, aunque le encanta el pelirrubio, pudo notar que está perdidamente enamorado de su asistente. Aunque no piensa rendirse en conquistarlo, esa noche prefiere llamar a James y pasar una noche exquisita con su amante. Por momentos, Abril piensa que James es el hombre perfecto para ella, claro si por un momento dejara de ser tan ególatra y mujeriego. De lo demás no tiene quejas, es un excelente empresario, por lo que no estará con ella por su dinero, es el más apasionado de los amantes cuando tienen sexo y es indiscutiblemente apuesto. Toma su móvil y le marca:—Hello, dear. —Hola, que milagro es ese que la mujer más exquisita del mundo osa llamarme. —No
Dicen que el destino, es impredecible y realmente parece que así es. Mariah entra al bar, necesita tomar un trago a solas y no tener que pensar en nada. Los encuentros sexuales con los multimillonarios con los que ha estado saliendo, realmente le ofrecen lujos y distracción pero a cambio, ella debe entregarse a ellos y a sus oscuros deseos. No tenía nada que ver con ser escrupulosa, sino que por primera vez, en el tiempo que tiene separada de Miguel, extraña su cariño, la manera en que la consentía, la manera en que me hacía el amor, eso era incomparable con lo catastrófica y vacía que se había vuelto su vida desde que decidió abandonarlo. Si tan sólo tuviese una oportunidad de conquistarlo, sin duda la aprovecharía. Mientras bebé su trago, observa al cantante de la banda que se presenta esa noche en el bar. Inicialmente le parece muy atractivo, pero es pobre, ningún cantante de bar tiene donde caerse muerto. Sin embargo, en repetidas ocasiones, el hombre desde la tarima la obse
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