Daphne y yo nos quedamos despiertas hablando hasta las tres de la mañana. Por una vez, fue nuestro turno de burlarnos de los chicos de la escuela y de lo falsos que eran... lo duro que tratan de compensar las cosas que les faltan. Y mientras ocultan lo que les pasa, gastan mucha energía resaltando lo que me pasa. A veces, la forma en que la gente se esfuerza tanto por buscar fallas y defectos, pensarías que hay algún tipo de gran premio adjunto.
Tuvimos que despertarnos a las ocho porque Clark me dijo que me recogería a las nueve. Daphne no estaba contenta con esto y seguía insistiendo en que me uniera a ella y a sus primos para pasar el resto de la semana en su casa del lago.
Pero, de nuevo, usé Clark como excusa.
George no se unió a nosotras para desayunar y me alegré. No sé qué pasó entre nosotros anoche. Lo pens&eacu