- La única canción que no es mía, es la primera -dije mientras Valentina le echaba un ojo a la letra de las canciones-. La escribió cuando enamoró a mi mamá. Como sea, tienes mi vida en tus manos. La que te parezca interesante, te contaré la historia detrás.
- Oh, vaya. Me parece genial -Valentina se encontraba inmersa en la lectura-. Solo preguntaré por tres...
Al cabo de un rato me preguntó por la canción 12.
- La canción trata de una lampara -dije.
- ¿Una lampara? -preguntó incrédula.
- Así es.
En ese momento estábamos sentados en el mismo sillón que el día anterior. Las luces fluorescentes iluminaban tenuemente la estancia que tenía las luces apagadas.
-Ese día estaba triste -añadí-, y caminando entre las calles de la ciudad estaba una lámpara en donde hab&iac