Capítulo 61. Otros dilemas.

Yo seguía sin moverme mientras Javier se acercaba cada vez más a Erick. Sebastián estaba revisando al hombre, quien al parecer se encontraba muerto.

–Déjalo en paz papá– dijo Sebastián desde donde se encontraba–.

–¿Crees que puedes venir y acusarme de todo lo que quieras? ¿Te crees mucho por ser el presidente de la empresa que yo te di? ¿de verdad crees que eres algo para mí? –decía Javier–.

–Eres un desgraciado, yo no me creo nada por ser el presidente de la empresa, ese fue un cargo que me dieron sin quererlo–.

–Bien que te aprovechas de ese cargo que no querías–.

–Si lo dices por el dinero, no he aprovechado nada de ti, todo el dinero es de mi madre, tú no eres más que un desgraciado arrimado que ha vivido de la bondad de mamá–

–Cállate imbécil–dijo Javier dándole un puñetazo a Erick que lo mandó al suelo, yo me levanté y me puse delante de Erick cuando Javier sacó la pistola, dispuesto a dispararle–.

–¿Y tú qué, zorra? –preguntó Javier–.

–Déjalo en paz, no lo volveré a decir–dije
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo