Capítulo 57. Eres mi maldición.
Llegamos al caserón Black y no había señales de Sebastián o de Javier.
–¿Mi padre ha venido? –preguntó Erick al guarda en el portón–.
–No, salió desde hace un par de horas–.
–Gracias–.
Nos dirigimos al caserón de la madre de Sebastián. Se encontraba a 15 minutos de camino, tanto Erick como yo nos sentíamos desesperados al no saber nada de él, no respondía las llamadas y Javier tampoco. Solo podíamos tener confianza de que todo estaría bien. Finalmente llegamos y la camioneta de Sebastián se encontraba en la entrada justo después del auto de Javier. Entramos a la casa y se escuchaban gritos de varias personas.
–Déjalo en paz y lárgate de mi casa–gritaba la madre de Sebastián–.
Oswaldo y Javier estaban peleando y Sebastián entre ellos intentando separarlos.
–Javier, déjalo, alguien llame a la policía por el amor de Dios–gritaba la madre de Sebastián desesperadamente–.
Erick se lanzó a ayudar a Sebastián a separar a Javier y Oswaldo, quienes ya estaban llenos de sangre y con moretones