CH - 27. Buscando el camino hacia mí
Han pasado ya dos días de haber estado con Andrés. Al finalizar la comida solo me ha traído a casa, le he invitado a pasar pero se ha negado, me ha sido sincero diciendo que ha estado muy cansado y que debía dormir temprano porque al día siguiente debe de madrugar para trabajar.
Antes de ayer, me sentía en el aire, contenta, me sonrojaba de solo imaginar su sonrisa, su mirada con ese brillo en sus ojos, me miraba tan atento a cada palabra que salía de mi boca, a cada movimiento o gesto que yo hacía.
Fantasee todo el día que los días después de ese día empezaron a pasar bastante rápido hasta que empecé a notar el poco interés que tiene de hablar conmigo por texto, la poca iniciativa de vivir arriba de mi techo y no venir ni siquiera a decir buenos días.
Hoy he cogido ese cosquilleo ingenuo del estómago y lo he obligado a estabilizarse, a no ser tan iluso. O más bien me he obligado a mí a ser más ruda. No porque me mire de una manera muy linda debo de sonreír como una tonta enamorada, no