No debería estar haciendo esto, en mi cabeza una pequeña voz está gritando a todo pulmón que me aleje de él mientras pueda sin embargo no puedo escucharla bien porque los latidos de mi corazón son más fuertes, pierdo la noción del tiempo y espacio cuando siento sus manos tomar mis caderas, ésta vez yo paso mis manos por su nuca profundizando el beso, aún estoy débil por la crisis y la falta de aire no ayuda, él parece darse cuenta de ello y se separa lentamente de mí, aunque se mantiene lo suficientemente cerca.
—No logro comprenderte- murmuro más para mí misma, pero él alcanza a oír y se ríe en mi cara
—Nadie lo hace —confiesa rozando sus dedos con mi mejilla.
—Necesito que me digas que esto es real, me siento como en un campo minado, tratando