Durante los últimos días, Estrella y Claus cenaron con Rosalía en la vieja mansión. Cada día Rosalía necesitaba ver a Estrella frente a ella, sana y salva, para sentirse tranquila.
Después de cenar, Rosalía y Claus estaban sentados en el sofá, conversando también sobre “aquellas” personas.
Rosalía frunció el ceño con fuerza.
—Ellos están aliados con Andrés y Andrían. Están tan lejos que no pudimos controlarlos durante todos estos años, todos tienen mal genio y no me toman en serio. Claus, hay que tener cuidado.
No hacía falta mencionar nada al respecto, como estaban aliados con el abuelo Andrés y el abuelo Andrían, desde luego que no le pondrán las cosas fáciles a Claus.
Rosalía había intentado manejarlos en el pasado, pero no podía hacer nada porque la educación en el extranjero no era igual a la de su propio país. Aquellas personas actuaban con mayor libertad y audacia debido a sus diferentes circunstancias. La mayor preocupación de Rosalía seguía siendo que si aquellas personas qu