Aparentemente Claus le dio una buena lección al abuelo Andrés, y eso fue solo el principio. Ellos le hicieron daño y pagaron el precio. Se ocuparía paso a paso de resolver estas dos molestias. Las tácticas que Andrés y Andrían emplearon contra él, planeaba devolverlas poco a poco, no se lo pondría fácil.
Pero justo en ese momento, Estrella estaba teniendo problemas con las preguntas complicadas, aunque el número disminuyó, la dificultad aumentó.
Claudia supervisó personalmente tanto a ella como a otros dos estudiantes que iban a participar en la Olimpiada. Los tres se esforzaban en resolver los ejercicios y cuando se estancaban, Claudia los observaba en lugar de apresurarse, incluso los tranquilizaba:
—Quiero que ganen el concurso, pero más que eso, quiero que evalúen su capacidad para resolver los problemas, tomen su tiempo y no se apresuren.
Era inusual que Claudia mostrara un lado tan comprensivo. Se alegraron y pensaron repetidamente que trabajarían con mucho esfuerzo.
A todo e