Claus y Javier entraron en la habitación y Yune les preguntó: —Claus, ¿quién es?
—Jonathan. Ha dicho que tiene un documento urgente que necesita la firma de la abuela —dijo Claus.
Yune se levantó enfadada: —¡Seguro que ellos son los culpables!
Ninguno de ellos había visitado a Rosalía en el hospital.
Pero en este momento, justo cuando le ocurrió el accidente a Rosalía, ellos aparecieron con la excusa de visitarla. ¡Qué gran coincidencia!
Obviamente, la rama familiar del segundo hijo y la del tercer hijo esperaban que Rosalía muriera pronto.
Al pensar en esto, Yune se ponía más enojada.
Decidió cuestionar a Jonathan por su descaro. ¿Cómo podría ser tan indiferente con una vida humana?
Iba a enfrentar a Jonathan, pero Claus la detuvo y dijo: —Tía, tranquila. No te dejas llevar por los impulsos.
Ahora no contaban con ninguna prueba.
Si disputaban con los de la rama familiar del segundo hijo, estos irían a tomar más medidas inesperadas que empeorarían la situación.
Para la seguridad de Ros