El estado de Rosalía mejoró considerablemente.
Cuando llegó la ambulancia, Yune entró apresuradamente.
Al ver a Rosalía sentada tranquilamente en la silla sin problemas, Yune se quedó sorprendida por un momento. Sin embargo, pronto reaccionó y dijo: —Mamá, la ambulancia ya está aquí, vámonos rápido.
Ella pensó que la mejora de Rosalía era solo temporal y que no sabía cuándo podría ocurrir el próximo episodio, así que instó a Rosalía a ir al hospital.
Yune no sabía lo que acababa de suceder en la sala de estar.
Rosalía se sintió aliviada y no pensó que hubiera grandes problemas. Sacudió la cabeza y dijo: —Estoy bien, no es necesario ir.
Esta respuesta puso a Yune nerviosa de inmediato. —¿Cómo puedes decir que no es necesario? Mamá, no podemos tomar a la ligera tu salud.
Rosalía era el pilar emocional de Yune y Claus. No podían permitirse que ella se derrumbara.
Viendo que la edad de Rosalía aumentaba y preocupados por posibles enfermedades graves, Yune y Claus vivían cada día co