Demon respiraba pesadamente al igual que ella.
-Cachorra eres mía, tómame cuando sientas que puedes hacerlo...
Carolina lo miró asombrada pues en verdad él estaba luchando con su lado animal para no hacerle daño sin saber que a ella le gusta él de las dos maneras y también porque él la dejara montarlo.
Según lo que había escuchado los cambiaformas a la hora del sexo eran quienes dominaban, era como una humillación para ellos no ser de esta manera pues el macho tendría que ceder la dominación y rendición total.
-Hembra mía.
Con eso entendía que no había aplacado aún a la bestia así que sonrió y lo besó sin soltarlo.
Su lengua jugueteó tímida con la de él y sin apartarse demasiado introdujo lentamente su miembro en su carne húmeda.
Carol cerró los ojos mordiendo los labios de su compañero a medida que el dolor se hacía más intenso pero no se detuvo hasta que lo tuvo completamente a dentro y el dolor la golpeó con más fuerza, tanto que no pudo evitar gemir a la vez que se aferraba a su c