Tres años después…
-¿Kak ty dumayesh’, ya ne videl, kak ty na nego smotrel, ublyudok?-
El moreno sostenía por el mentón a un acojonado hombre de mediana edad y que se lo había hecho en los pantalones.
Con él como de costumbre, Piter y Grisha vigilaban la puerta de la sala cosa que no parecido dárseles muy bien pues en segundos ésta fue abierta entrando por ella tres pequeños de cabello claro y ojos jade.
-¡Ote, ote, ote!-
Sasha se guardó a toda prisa el puñal en el bolsillo trasero del pantalón al mismo tiempo que soltó la barbilla del tipo aquel para con el pie propinar un empujón a la silla donde lo tenía atado.
El hombre se quedó a cuadros al ver a esos tres niños agarrándose al pantalón del azabache y dando saltitos.
Sasha miró confundido a Piter y Grisha quienes negaron con la cabeza al tiempo que se enco