Soy una bomba de tiempo y cuando explote destruiré todo a mi paso, sin excepciones. Soy mi propio mal. Los Dioses nos abandonaron por un terrible error de mis antepasados y una maldición nos a perseguido por generaciones, hasta que decidió establecerse en uno de los herederos del linaje. Necesito ayuda urgentemente pero ¿Cómo controlar a un ser que no es de esta tierra? Me llamo Faith Lockwood, y soy la personificación de una maldición. *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** El mundo sobrenatural siempre a ocultado oscuridad, pero esta ha ido creciendo durante el ultimo tiempo, viéndose atormentados por una desconocida criatura que solo presagia muerte y oscuridad. Todo tiene una explicación y propósito en este mundo, ¿cual será la verdad de este extraño ser?, y ¿alguien podrá detenerle? 💫SEGUNDO LIBRO DE LA TRILOGÍA LAZOS SOBRENATURALES💫
Leer más—Roger, necesito que me expliques que está pasando— reclamó una joven viendo a su esposo.
Ella no comprendía lo que había pasado pero las palabras de la anciana mujer se repetían una y otra vez en su mente: “Tu, tu traerás al mundo a la portadora”. ¿Qué se supone que significaba eso?
—Lo lamento tanto, Lydia— el hombre le hizo frente a la chica, su mirada se había entristecido —. Fui un completo egoísta al ocultarte esto, pero tenía miedo a que me dejaras si lo sabias, y estoy tan perdidamente enamorado de ti que no quise perderte.
—También te amo, Roger, pero por favor, necesito saber que significa, porque la verdad no entiendo nada de lo que paso en la fiesta.
El hombre miró a su mujer.
Aun no podía creer que el día de su boda, su tía le había arruinado la fiesta con esas simples palabras. Sabía que, en algún momento, algún día, tendría que hablar con su esposa sobre su historia familiar, pero nunca creyó que sería el mismo día de su matrimonio.
—Solo prométeme que escuchar con calma, y que no te iras, por lo menos no esta noche.
La mujer lo miró sin entender, pero una mala sensación le recorrió la espina dorsal. Simplemente asintió para que su esposo le contara la verdad de su duda.
—Hace muchos siglos, los Lockwood llevaron a esta región junto a otras familias, con ayuda de una poderosa familia lograron establecerse en Melrose, para ofrecerle protección a estas tierras. Las guerras por territorios entre humanos y sobrenaturales no tardaron en aparecer, afectándonos a todos — el hombre miró al suelo, incapaz de mantener la vista en los ojos de su esposa —. Uno de mis ancestros se enamoró de un humado y mantuvo con él una relación en secreto, pero el destino les jugó una mala pasada, él murió en la guerra contra los sobrenaturales, cuando se negó a atacar. En su desesperación, ella rescató el cuerpo de su amado y con ayuda de su hermana hicieron un ritual.
—Lo sepultaron como a uno más de los nuestros— soltó la mujer castaña, el hombre negó.
—Hicieron un ritual de resurrección, un ritual prohibido para cualquier sobrenatural— la mujer ahogó un grito al escuchar las palabras de su esposo —. Los Dioses no se lo tomaron para nada bien, enfurecidos por ese acto de rebeldía hacia el orden natural que de la vida que siempre han respetado, así que permitieron que un Demonio lanzara una maldición sobre la sangre de los Lockwood, esta primeramente afectó a ambas hermanas, pero también afectaría a otro miembro de la descendencia familiar.
—¡Por todos los Dioses, Roger!
La mujer se sentó en una banca que estaba cerca de ella, procesando la información salida de la boca de su ahora esposo.
—Sé que es una información fuerte y nada fácil de digerir, y no te culparía si quieres dejarme, mi amor, estás en todo tu derecho de hacer— apretó los labios —, te prometo que aceptaré tu decisión, por más que me duela.
Lydia se llevó las manos al rostro, no sabía que decir, o que hacer, solo tenía una cosa clara en ese momento.
—No voy a dejarte, Roger, jamás podría hacerlo— esas palabras hicieron latir con fuerza el corazón del hechicero—. Te amo demasiado como para separarte de ti— se levantó de la banca y se acercó a él —, pero debes prometerme que no volverás a ocultarme nada, absolutamente nada.
—Te lo juro por lo más sagrado que tengo en esta vida, tú, Lydia Grey.
Se abrazaron con fuerza, tanta que parecia que las costillas se les romperían. Lydia apoyó la cabeza en el pecho de su esposo, escuchaba el latir de su acelerado corazón. Roger aún no creía lo que había pasado, la maravillosa mujer que había conocido hace años aún estaba a su lado, a pesar de haberle ocultado este gran secreto. Ella no se alejaría de él, pero sabía que debía explicarle más sobre la maldición que perseguía a su familia.
—Entonces, ¿lo que afirma tu tía es verdad?, que yo traeré al mundo al portador o portadora de la maldición.
—Tía Gina siempre ha estado loca, incluso para nuestro mundo, pero su intuición nunca ha fallado, temo que sea verdad lo que dice.
—Pues si llega a ser así, lo afrontaremos como una familia unida, lo o la amaremos de la misma forma.
—No lo dudes, amaría a cualquier criatura que fuera mitad tú y mitad yo.
Lydia se separó un poco de su esposo, sus ojos conectándose en una fusión de verde y café —. Solo tengo una pregunta más.
—Te responderé lo que quieras.
—¿En qué consiste la maldición de los Lockwood?
FAITH.—No puedo creer que accedí a hacer esto.—Vamos, no es tan terrible.—¿No es tan terrible?, estoy con uno de los disfraces más ridículos que podría haber imaginado.Exagerado.Volteé los ojos—. Yo creo que te ves bastante bien, además, combinas conmigo.—¿Eres consciente de lo enamorado que estoy de ti como para acceder a disfrazarme de Peter Pan? — apuntó a su atuendo.—Bastante consciente, cazador arrogante— sonreí para después abrazarlo.Mi apuesto Peter Pan no dudó en devolverme el abrazo mientras escondía su rostro en el hueco de mi cuello.La verdad es que había sido todo un desafío persuadir a Colin de disfrazarse para este Halloween, pues para él todo el rollo de disfrazarse es una mera ridiculez,
COLIN.Maldigo mi suerte por milésima vez en los últimos treinta minutos, esto debía ser una broma o, mejor dicho, una pesadilla. Simplemente aún me encontraba procesando a información que había recibido.“Mañana iremos para conocer a tu novia”Solo esas palabras me habían bastado para querer tomar a Faith e irnos de Melrose por una semana, o tal vez más. No es que no quisiera presentarle a mi novia a mis padres, simplemente creí que el momento lo escogería yo, no ellos.Los nervios me carcomen por dentro, y es que mis padres pueden ser un verdadero dolor de cabeza si se lo proponen, y ni hablar de mi hermana, ella es peor que ellos y yo juntos. Sé que rodearan a Faith con mil preguntas, y lo que menos quiero es incomodar a mi hermosa médium con las tonterías de mi familia, pero la verdad es que no veo una escapa
CAMERONLa había encontrado, ella estaba aquí.Su aroma, su olor, era más glorioso de lo que lo había imaginado, y ella era mucho más hermosa de lo que habría podido imaginar. Cabello oscuro como la noche, ojos dulces pero fieros y brillantes, con un color ambas que me derretía con solo verlos unos segundos, y su piel, su tez ligeramente bronceada que me pedía a gritos tocarla me estaba haciendo perder la cabeza.—Si que te pego fuerte, Camcito— se burló Amelie mientras se llevaba unas palomitas a la boca.A todos les había causado una gran impresión enterrarse que había encontrado a mi compañera, pero Amelie y Rainer eran los que más disfrutaban esta situación. Como dice el tan conocido dicho: “Ojo por ojo, Diente por dientes”, o como dice mi madre: “Como pecas, pagas”. Desde que mis mejore
FAITH.*Dos meses después*—Otra vez— dijo mi novio desde el otro lado del salón de entrenamiento.Es la última vez que accedo a entrenar con mi novio, lo juro.Colin había estado empeñado este último mes a que entrenáramos juntos, según el para perfeccionar más mis habilidades con las armas. No es ningún secreto que tanto los médiums como las sacerdotisas tenemos que dominar las luchas con armas, en cierto aspecto somos humanos, no tenemos garras, colmillos y magia de cualquier tipo para defendernos, asi que el dominio de armas y luchas es esencial.Pero al parecer mi chico cree que estoy apenas aprendiendo a utilizar armas filosas. Era ya la tercera vez que quería seguir con el tema de los bastones, según él, dominar el arma es importante para después pasar a las armas de filo y c
COLIN.Esto definitivamente era el peor escenario que había tenido que experimentar en mis diecinueve años de vida. Estábamos rodeados de espectros, y esta vez, lucían más escalofriantes que antes, parecen estar más muertos que vivos.—Yo cuento sesenta, pero podría apostar que hay más— comentó Joshua mirando a Cameron y Rainer.—Nos llevara tiempo acabar con ellos— le siguió el licántropo.—Pues no importa cuánto tiempo nos lleve, ninguno se debe acercar— sentenció Rainer.—¿Y cómo lo haremos? — preguntó Bart.—¡Dioses!, ustedes encárguense de los espectros, las chicas y yo protegeremos a Amelie— soltó Janett con voz firme.—Mi familia y yo nos encargaremos de intentar extender un poco más la celda, en el c
AMELIE.—Ya he ganado, príncipes terrenales, solo pierden su tiempo aquí.Lo miré desafiante. —¿Estás seguro?Dejé que la magia fluyera por mi cuerpo, y lancé a Amón contra una de las paredes, alejándolo por completo de Colin, Kendrick y los Lockwood. Janett y Cam corrieron hacia los Lockwood para socorrerlos mientras Rainer ayudaba a Kendrick a levantarse. Caminé hacia Amón, el cual se estaba levantando.—Te haré pagar por hacer sacado a un alma como Faith de esta tierra— escupí creando magia entre mis dedos.—¿Le tomaste cariño a la médium, bonita?, deberías saber que los seres oscuros no sabemos de sentimientos.—Esa es la gran diferencia entre los engendros del infierno como tú y yo, yo si se lo que es amar y ser amado— comencé a aplicar pr
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