La ignoré mientras intentaba pasar a su lado, ella extendió la mano y me agarró las manos.“¿Adónde crees que vas?”, me preguntó, y yo intenté zafarme de su agarre.—Mi habitación, mamá, espero que no tengas ningún problema con eso —respondí.“¿Vas a fingir que no sabes lo que hiciste, Ariana?”, preguntó.Sabía de qué hablaba, pero no iba a prestarle atención. De todas formas, iba a pensar lo peor aunque yo le hiciera caso.“¡Zorra! Te dije que te alejaras de él, pero ahí estabas. Escapándote para ir a un club con él y dejándote llevar a casa borracha y medio desnuda para que todo el mundo te viera”, dijo, y yo puse los ojos en blanco.—No fue un acto intencional, mamá, créelo o no —respondí mientras me alejaba de ella; ella me siguió.—Ven y quédate aquí cuando te hable —respondió ella, y me detuve y me giré para mirarla.—Mamá, no puedo con esto. Necesito descansar —respondí.“¡Mocoso desagradecido! Te he advertido innumerables veces que no arruines esto, o me aseguraré de arruinart
Leer más