En cuanto Ria se quitó la ropa, Vivian recogió las botellas de vino vacías de la mesa y la sentó. Separándole los pies y las piernas, hundió la cara entre los muslos y empezó a comerle el coño con avidez. Ria se retorcía en la mesa, gimiendo.Lucas asintió, buen espectáculo, pero seguía insatisfecho. Vivian se giró un segundo para mirar a su amo y notó que su rostro permanecía inalterado. No era común en él; siempre le había encantado verlos correrse en la boca, ¿qué había de diferente hoy?—¿Por qué te detuviste? —le preguntó Lucas, enojado al notar que ella se apartó del coño de Ria para observar la reacción de su amo.—Lo siento —se dio la vuelta y siguió comiendo el coño de Ria. Follándola con la lengua y esperando que Lucas se recuperara pronto de su mal humor; ella y su compañero nunca habían dejado insatisfecho a su amo; sería una pena que lo hicieran hoy.Los dos compañeros intercambiaron posiciones, con Vivian sentada en la mesa, con las piernas abiertas y su pareja en el med

Lucas intentó procesar las palabras que acababan de salir de su boca, como si no las hubiera oído bien la primera vez. Era ajeno al rechazo femenino, se notaba en su expresión, pero Ava le hizo saber entonces que para todo siempre hay una primera vez."¿Qué acabas de decir?" Le preguntó, probablemente lo había escuchado mal la primera vez.Ella continuó explicando el motivo.“Soy la futura Luna de la manada Moonlight Lucas, y mañana me uniré al Alfa con quien estoy comprometida. Lamento decepcionarte, pero estás emparejado con la persona equivocada”.—P-pero eso es imposible —tartamudeó Lucas—. No puedes comprometerte con otra persona. Todos seguimos la ley de pareja; no es una que se pueda desobedecer fácilmente.Todos, excepto las Lunas de mi manada, hemos desobedecido la ley durante un par de décadas y hasta ahora nos hemos portado bien. Una vez más, lo siento mucho, pero ya voy a ser la Luna de otra persona. Seguimos las leyes de la manada, no las que nos da la diosa de la luna.S

¿Por qué el beso de Ray la hacía sentir exactamente lo contrario de lo que sentía por Lucas? Se preguntaba mientras sus labios seguían entrelazados. Ray no perdió el tiempo en cuanto ella le dijo que quería tener sexo con él. Le arrancó el camisón y se comió sus labios. Era como si hubiera estado esperando esa declaración toda su vida.Llevó las manos a sus pechos y comenzó a apretarlos suavemente, jugueteando con ellos, dejando rastros de besos por su cuerpo hasta que acercó su boca a sus pechos, aún cubiertos por las palmas. Recordó cuando Lucas le hizo lo mismo y cómo la hizo sentir; completamente diferente. Con Lucas, sentía placer, pero con Ray, no sentía nada.Él besó la punta de su pezón y comenzó a succionar sus pechos como un niño siendo amamantado, Ava acercó su cabeza a su cuerpo, tal vez sentiría algo si se esforzaba más, pero él malinterpretó la acción y aumentó el impacto de su boca en sus suaves pechos. Ella era deliciosa, y él quería saborear más de ella. Mientras tant

"¿Quién será?", se preguntó. No había oído ni abrir ni cerrar, y al mirar a través del espejo la ventana abierta que tenía detrás, se dio cuenta de que quienquiera que estuviera allí tenía un motivo que debía permanecer oculto al público.—¿Quién eres? Muéstrate —ordenó.Su voz temblaba y empezó a sudar por las palmas de las manos; el terror que sentía se reflejaba claramente en su rostro. Buscó su cepillo de madera sobre la mesa; no era un arma muy buena, pero era lo único que tenía por ahora. No permitiría que quienquiera que hubiera venido se saliera con la suya.Seguía frente al espejo, probablemente asustada de que cualquier movimiento sutil hiciera que el intruso se lanzara sobre ella más rápido. Justo entonces, lo vio a través del espejo: dos figuras masculinas enmascaradas saliendo de debajo de su cama, cada una por un lado. No podía distinguir sus rostros, pues ambos hombres vestían de negro y llevaban máscaras, y aunque estaban disfrazados, podía distinguir ese cuerpo en cua

Ava lo miró fijamente; nunca había visto tanta ira en sus ojos. Ni siquiera tardó mucho en notar el olor de Ray en ella. Oh, esto era malo. Tocar la posesión de otro hombre, especialmente la de un Alfa, era un deseo de muerte para cualquier lobo; no pensó en las consecuencias al dejar que Ray se acostara con ella, y si las cosas no se manejaban bien, Lucas tenía derecho a ir a la manada Moonlight y desafiar a Ray allí mismo, todos sus secretos quedarían a la vista del mundo. Con la ira salvaje que ardía en sus ojos como una llama, no necesitaba que nadie le dijera que Lucas destruiría a Ray si entraba en contacto con él. ¿Por qué seguía metiéndose en un lío tras otro?—Quiero que sepas que no me repito, Ava —las palabras de Lucas resonaron fuerte en sus oídos, sacándola de sus pensamientos.—Fue mi prometido, Ray Devlin, pero no fue su c-c-culpa —dijo temblando—. Fui yo quien le dije que lo quería.¿Realmente lo querías?Consideró la respuesta que le daría. Si le decía que sí, Lucas p