Timothy. Después de terminar la llamada con Lila, donde me decía que había salido antes de la oficina por un percance laboral, quedé más que preocupado de que su jefe la haya reprendido o peor aún, la haya echado por lo que sucedió en la entrada de la firma. Es por eso que decidí ir a su casa antes de la hora que habíamos acordado. Cómo sabía que iba a demorar un poco en llegar pasé por su pastelería favorita y compré las donas que tanto le gustan; pensé que si estaba triste podría animarla con eso. Pasaron al menos unos quince minutos en los que la esperé bajo un árbol, pensando que tal vez me excedí con el golpe, tenía miedo que ella haya pagado por mi actitud aún que su jefe se lo mereciera. Mientras estoy sumido en mis pensamientos escucho que mi dulce Lila, me llama. -¿¿Timy, hace mucho que me estás esperando??- me abraza y me da un beso en la mejilla. -No, solo unos minutos- digo mientras la miro absorto por el brillo que tiene hoy su rostro. - ¿Qué traes en el paq

Lila. Después de llegar al aeropuerto, tarde como siempre, corro para llegar a dónde se supone que debo encontrar a mi jefe. Aunque tenía mis esperanzas de llegar sin hacer algún desastre, todo se fue al traste cuando enredé mis piernas con el equipaje y caí arrastrándome,como trapo de piso ,hasta chocar contra un basurero. No podía creer mi suerte- Dios Lila,¿Cuándo vas a dejar de hacer el ridículo?- digo para mí Noto que Vincent se acerca para ayudarme y aunque lo intenta y estoy agradecida, no dejo de caer una y otra vez provocando que mi jefe, el demonio hot ,se ría a carcajadas. Trato de concentrarme para poder salir de esta situación, levantándome lo más rápido que puedo. - Estoy bien, estoy bien- es lo único que puedo decir sonrojandome de la vergüenza. Aunque no veo su rostro ,por qué no levanto la mirada del suelo, puedo sentir la mirada del Dios del Olimpo sobre mí. Me pregunto como sabrán los besos de este hombre...-¿Que estoy pensando Dios mío? ¿Acaso me vo

Lila. Luego de salir del salón donde nos reunimos con los Franklin, debíamos entrar en otro donde se encontraban ejecutivos de la sucursal de Vari y Asoc. junto a distintos inversores de Seattle. Se suponía que mi cabeza debía estar puesta en el caso y en la siguiente reunión, pero como siempre mi cabeza de chorlito estaba pensando en los "chicos bonitos Franklin". - Oh por Dios, que hombres tan sexies- pensaba ruborizando mis mejillas ante el hecho de que me hayan despedido con un beso. -Habré hecho algo bien en mi otra vida para que me tratarán así- seguía divagando mientras ponía mis manos en mi cara riéndome como tonta. - Y quieren bailar conmigo- chillé alegremente por ese pedido. Hasta que de golpe choqué contra una columna y retrocedí varios pasos. Frotándome la frente donde me golpeé al levantar la vista me doy cuenta que no era una columna, sino mi jefe, que al darse vuelta me lanzó una mirada fulminante que podría matar a cualquiera que se cruzara por su camino

Lila. Luego de haber esperado media hora por mi jefe y Vincent, al fin aparecieron. creí que iba a morirme esperando por ellos aquí sentada, ya mi trasero estaba quedando cuadrado.. jaja. Si me escuchan quejarme seguro me dicen: -Señorita RINO, tiene un trasero enorme para ese asiento, debería quedarse parada y bla bla bla.- Ugh como detesto a ese hombre que tengo por sexi jefe. Lo que me llama poderosamente la atención es que hoy está demasiado, umm como decirlo, callado aún más de lo habitual. Aunque hace poco que trabajo para la firma puedo darme cuenta cuando está enojado o pensando, pero hoy no logro ver en que estado se encuentra. Después de desayunar Vincent rompe el silencio , comentando la agenda de hoy, incluso que conoceré al jefe de los jefes, el padre del señor Vari. Se que debería estar ansiosa por eso, ya que el vió mi currículo y me eligió para trabajar para su hijo, pero la verdad es que estoy aterrada. Aterrada de que pueda hacer una "gran Lila

Gianluca. Comenzó el agasajo que mi padre había preparado para nosotros pero yo estaba perdido en mis pensamientos, cada saludo, cada apretón de manos me hacía sentir vacío. No me sentía cómodo, tal vez por qué se me dificultaba hacerme a la idea de que estaba a cargo de las mayores firmas de abogados de Estados Unidos. Parecía que todo iba en camara lenta, hasta que de golpe la ví, a ella, a Lila.... A Lila conversando, mostrando su punto de vista de casos famosos que se llevaron a cabo en años anteriores, casos ganados por mi padre, casos de otras áreas, y de repente todo se iluminó... Todo cobro sentido en cuanto ví el magnetismo que está chica con sus 24 años tenía, por qué sí estaba llamando la atención de todos los que estaban rodeándola ,mientras ella se explayaba en cada punto que encontró fascinante. Todos y cada uno de ellos la felicitaba queriendo ser parte por un momento de su mundo y ahí entendí el propósito de mi padre, el quería que la viera. Quería que v