Lila.
Después de llegar al aeropuerto, tarde como siempre, corro para llegar a dónde se supone que debo encontrar a mi jefe. Aunque tenía mis esperanzas de llegar sin hacer algún desastre, todo se fue al traste cuando enredé mis piernas con el equipaje y caí arrastrándome,como trapo de piso ,hasta chocar contra un basurero.
No podía creer mi suerte- Dios Lila,¿Cuándo vas a dejar de hacer el ridículo?- digo para mí
Noto que Vincent se acerca para ayudarme y aunque lo intenta y estoy agradecida, no dejo de caer una y otra vez provocando que mi jefe, el demonio hot ,se ría a carcajadas.
Trato de concentrarme para poder salir de esta situación, levantándome lo más rápido que puedo.
- Estoy bien, estoy bien- es lo único que puedo decir sonrojandome de la vergüenza.
Aunque no veo su rostro ,por qué no levanto la mirada del suelo, puedo sentir la mirada del Dios del Olimpo sobre mí.
Me pregunto como sabrán los besos de este hombre...-¿Que estoy pensando Dios mío? ¿Acaso me vo