Emily camina con los puños apretados aguantando las ganas que tiene de gritar a los hombres de esa casa que son todos unos imbéciles machistas. La rabia le hace colorear las mejillas, no solo son unos cavernícolas según piensa, sino que también necesitan ser adorados como ídolos porque tienen un gran tamaño y están todos llenos de musculo.—Son todos unos imbéciles que necesitan ser respetados por todos en el mundo —protesta con rabia —¡Vaya manada de locos!—¡Emi! —Becky la detiene y ella no puede hacer más que sonreírle —. Mira mis dibujos, la Srta. Corina ha dicho que tengo un sobre… —piensa para buscar la otra mitad de la palabra.—¿Sobresaliente?—¡Sí! —chilla como quien ha ganado una medalla de oro —. Eso es —su sonrisa no se borra.—Felicidades mi amor —la toma en brazos para llevarla a la zona segura —, tengo que ensenarte algo que he mandado traer para ti mientras me describes a la Srta. Corina —se apresura con Becky en brazos para llegar hasta donde lo necesita.Uno de los g

Darko camina a toda prisa hacia la sala de controles, necesita verificar si lo que le han dicho es cierto y las naves han sido saqueadas parcialmente. Le interesan las armas, pero su verdadera inquietud son los insumos que han sido traídos por mar para despistar y al parecer existe un topo que los está vendiendo. No sabe en este momento de quien se trata, pero lo que si sabe es lo que le hará al imbécil cuando lo tenga entre sus manos. Su costado derecho aun duele un poco dado que no ha hecho el descanso correspondiente luego de la operación para extraer el fluido encapsulado en su pulmón, pero en términos generales se siente bastante bien. Su corazón un poco estrujado porque el amor de su vida se encuentra aun bajo el cuidado de Iván. Sin embargo, lo demás se encuentra en perfecto estado.—¿Qué tal si buscan una maldita habitación? —dice cuando abre la puerta y encuentra a Nicolay y Emily abrazados, ella sentada en sus piernas sonriendo ambos como tontos.—Estamos haciendo vigilancia

Las armas están cargándose, los motores rugen, las miradas dicen más de mil palabras mientras se dirigen hacia el muelle donde se encontrarán con los hostiles que invadieron el territorio Romanova. Nicolay observa desde la sala, con los ojos oscuros, mientras Emily sigue cada movimiento en las pantallas, consciente de que su estrategia será puesta a prueba, pese a todo lo que se confesaron hace más o menos cinco horas.El convoy avanza hacia el muelle, sesenta hombres bien entrenados al método del ejército rojo se encuentran dentro. El helicóptero corta el aire, diez hombres tal como dijo “la jefa”, un señuelo para abrir fuego desde afuera y desde dentro. El tanque se mueve pesado doce hombres más dentro junto a Camille quien al llegar sale con seis de ellos para postearse en las alturas y esperar las órdenes para disparar a matar con el fin de cubrir a sus compañeros. La mejor francotiradora que tienen después de Egor, pero este es conocido dentro del gremio y Emily no se iba a arrie

Emily no sale del asombro al escuchar a Anita. Tiene instinto y eso, Nicolay lo sabe bien porque a pesar de todo no se equivocó con ella al llamarla “su invitada” ya que también es una sobreviviente de los Maldonado como lo es: Macarena.Ahora ve el patrón: todas las mujeres son de descendencia mexicana. Todas castañas con ojos grandes y expresivos. Altas, delgadas con cuerpos esculturales. Su estómago se revuelve al pensar que ella misma, tiene exactamente las mismas características porque su madre que en paz descanse. También era mexicana o por lo menos sus abuelos lo eran. Los recuerda poco, pero cree estar en lo cierto.—Ven conmigo Anita —siente la sudoración en las manos —. Necesito que vamos a la biblioteca, necesito ensenarte algo…Su intención de indagar acerca de los gustos en mujeres de Gabriel Maldonado fue frustrado por uno de los hombres de Nicolay—Señora —uno de los guardias aborda a Emily con una caja entre las manos —. Esto llegó para el Boss —ella lo mira con curios

Emily corre rápidamente hacia la habitación que comparte con Nicolay olvidándose completamente de que Anita se encuentra en la biblioteca esperándola. Por primera vez a sus diecinueve años ha puesto sus necesidades por encima de las de los demás. Necesita encontrar a Nicolay para suplicarle que la perdone, aunque tenga que arrastrarse a sus pies durante el resto de su vida.Nicolay Romanov es el hombre que ama y el que la hace feliz, no dejará que por un arrebato de ira su amor se pierda. Ya sabe lo necesario con respecto al fulano secreto evocado por Clara Maldonado y se encuentra dispuesta a acabar con esa desgraciada que la ha hecho discutir con él y casi terminar su relación. Eso definitivamente no es una opción para ella.—Eres un hombre fetichista, Nicolay Romanov —dice en voz alta —por esa razón hoy seré eso que tanto deseas —entra a la ducha para asearse a toda velocidad.Escoge un vestido de corte elegante, revelador abierto a un lado. El derecho, eso con doble intención. En