Darko camina a toda prisa hacia la sala de controles, necesita verificar si lo que le han dicho es cierto y las naves han sido saqueadas parcialmente. Le interesan las armas, pero su verdadera inquietud son los insumos que han sido traídos por mar para despistar y al parecer existe un topo que los está vendiendo. No sabe en este momento de quien se trata, pero lo que si sabe es lo que le hará al imbécil cuando lo tenga entre sus manos. Su costado derecho aun duele un poco dado que no ha hecho el descanso correspondiente luego de la operación para extraer el fluido encapsulado en su pulmón, pero en términos generales se siente bastante bien. Su corazón un poco estrujado porque el amor de su vida se encuentra aun bajo el cuidado de Iván. Sin embargo, lo demás se encuentra en perfecto estado.

—¿Qué tal si buscan una maldita habitación? —dice cuando abre la puerta y encuentra a Nicolay y Emily abrazados, ella sentada en sus piernas sonriendo ambos como tontos.

—Estamos haciendo vigilancia