Aeric, Lyra y Liam avanzaron sigilosamente hacia el final del túnel, conteniendo la respiración para no alertar a sus enemigos. La luz tenue que emanaba del final del pasadizo revelaba una cámara cavernosa, donde se llevaba a cabo un ritual macabro. Un grupo de licántropos encapuchados, miembros de la Orden de la Sombra, rodeaban un altar de piedra. Sobre el altar yacía un joven licántropo, atado y amordazado, listo para ser sacrificado. El líder de la Orden, un hombre corpulento con una máscara de hueso, recitaba conjuros en un idioma arcaico, invocando fuerzas oscuras. "Debemos detenerlos", susurr
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