Aisha miró a Aeric con una intensidad que helaba la sangre. "Entonces, Aeric de los Zafiro, cuéntame, ¿qué estás dispuesto a perder?" Aeric respiró hondo, sintiendo el peso de la pregunta. Sabía que su respuesta no solo decidiría el destino de la alianza, sino también el suyo propio. "Estoy dispuesto a revelar el Secreto del Omega", dijo con voz firme, aunque un escalofrío le recorrió la espalda. "El secreto que mi clan ha guardado durante generaciones, el secreto que podría cambiar el destino de todos los licántropos." Aisha arqueó una ceja, intrigada. "¿Y qué es este secreto, Aeric? ¿Qué es lo que los Zafiro han ocultado al mundo?" Aeric dudó por un instante, recordando las advertencias de su abuelo Elara. Pero sabía que no había otra opción. "El Secreto del Omega es la existencia de una conexión ancestral con un poder oscuro, un poder que puede corromper incluso al más puro de los corazones", reveló. "Un poder que, si cae en las manos equivocadas, podría desatar una oscuridad i
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