C21-LUCHA SILENCIOSA.Pero Rowan no pudo aguantarse más. El deseo y la rabia se mezclaron en una sola fuerza que lo arrastró hacia ella y la sujetó de los brazos atrapándola para besarla.Pero Anya giró el rostro en el último instante y el rechazo fue claro, tajante, haciendo que él se quedara congelado, sorprendido con sus tormentosos ojos verdes abiertos de incredulidad.—No olvides los límites que tú mismo impusiste —dijo ella con seriedad, liberándose de su agarre.Dejó el bolso sobre la cama, se cruzó de brazos y lo miró fijamente.—¿Para qué me llamabas?Rowan apretó los dientes, tragándose la rabia y buscó calmar su voz.—Quería saber qué había pasado con Diana —respondió a regañadientes.Anya alzó una ceja, bajó la mirada unos segundos y luego volvió a mirarlo.—Ah, eso… —susurró, sentándose en la cama. Se quitó un zapato y al hacerlo Rowan pudo ver el moretón en su tobillo.Algo en su pecho se estremeció y Kion rugió dentro de él, exigiéndole cuidarla. «Protégela… es tuya, p

C23-VIENE POR TI.Anya contuvo la respiración y el corazón le golpeaba tan alto en su pecho que temía que Sofía lo escuchara. La revelación acababa de abrir la herida más peligrosa de todas, y el silencio que guardó fue lo único que evitó delatarse.—¿Estás bien? —preguntó Sofía, ladeando la cabeza al notar la rigidez en su rostro.Anya salió bruscamente de sus pensamientos y forzó una sonrisa.—Sí... claro que sí.Su cuñada soltó una risita suave y le dio un golpecito en el brazo.—No te preocupes, la manada estará feliz contigo. Al fin tienen lo que siempre quisieron: una Luna loba.El estómago de Anya se apretó como un nudo, pero sonrió, aunque por dentro todo su cuerpo gritaba. Loba. No lo era. Y jamás lo sería.En ese momento, una voz agria interrumpió la frágil calma.—¿Cómo querrá los preparativos, Luna? —preguntó Diana, la omega del castillo, con los labios apretados y un tono que apenas disimulaba el fastidio.Anya la miró confundida.—¿Preparativos...?Diana bufó, como si l

C25-MI LUNA ANYA BLACKWOOD.El lobo se acercó en dos zancadas y abrazó a su amigo.—¡Mírate, Rowan, pareciera que los años no han pasado por ti!Se trataba de Axel Sinclair. Primo de Draxel, otro amigo de Rowan y miembros de una familia poderosa que desde siempre había estado ligada a la de Rowan, y que en su momento había ayudado a Cassian, su padre a establecerse en el mundo humano cuando todo era incierto y peligroso. Y a pesar del tiempo y las responsabilidades que los habían separado, la amistad entre él y Rowan seguía intacta.Rowan se apartó del abrazo con la camaradería evidente.—Maldición, hermano, qué alegría verte. Voy a pedir unas bebidas —sonrió de lado, mientras le ordenaba a una omega cerca—. Esto hay que celebrarlo. Ya le avisaré a Draxel, seguro no sabe de tu regreso. Axel se acomodó en el sofá, relajado, cruzando una pierna sobre la otra.—Ese desgraciado seguro está ahora mismo con alguna chica. Ya lo conozco, es un playboy incorregible.Rowan rió con complicidad.

C27-¿POR QUÉ TE ESTABA TOCANDO?Anya se quebró por completo y las lágrimas se desbordaron mientras apretaba las manos de Axel como si ese contacto fuera lo único que la sostenía.—Solo somos mi hijo y yo —dijo con la voz rota y su respiración entrecortada—. Y él está enfermo... ¿entiendes? Y una madre hace lo que tiene que hacer.Axel sintió que esas palabras lo atravesaban. Su enojo perdió fuerza, pero la confusión seguía clavada como un puñal.—No lo entiendo... —murmuró, incrédulo.—¡Me casé por dinero! —estalló Anya, con un grito sofocado—. ¿Ok? Fue un trato... un matrimonio por conveniencia. Él necesita una Luna para calmar a su manada después de lo de Alana, y yo... yo necesitaba salvar a mi bebé. Es temporal. Me divorciaré en seis meses.Las lágrimas corrían por sus mejillas cuando susurró, temblando.—Pero nadie puede saber que es falso.La confesión lo golpeó como un mazazo y se añadió dolor, un dolor profundo al ver hasta dónde había tenido que llegar ella para proteger a su

C29-DESMAYADA DE LA IMPRESIÓN.La luna llena dominaba el cielo, bañando el bosque en un resplandor plateado y Anya estaba sola, en los límites del bosque, con el corazón latiendo tan fuerte que podía sentirlo en sus oídos. Había sido dejada allí por lobos del consejo, quienes la habían observado desde lejos antes de desaparecer entre las sombras.La prueba era clara: debía cazar. Era una de las tres pruebas que la manada había establecido para que Anya demostrara ser digna de ser su reina. Las otras dos pruebas habían sido descartadas; esta era la definitiva. Pero había un problema, uno que nadie sabía: Ella no era como ellos. Era humana, completamente humana, ¿Cómo diablos iba a transformarse?Anya se abrazó a sí misma, tratando de calmar el temblor de sus manos y miró el bosque frente a ella, un laberinto de sombras y peligro. Sabía que no podía huir y si fallaba, la manada la rechazaría y si la rechazaban, no tendría dónde ir y Aidan corría peligro, así que no tenía opción más qu