Capítulo 72—No —dije, mirando al abogado con los ojos llenos de lágrimas—. No puedo aceptar ese dinero, no quiero que piensen que me case por esto, Yo prefiero donarlo a una fundación. A niños enfermos que siempre cuido.El abogado negó con la cabeza, muy serio—Lo entiendo, señora, pero no puede hacerlo, Vicente fue muy específico, Usted es la heredera legal, pero también dejó establecido que usted es la custodia de la herencia, no la dueña absoluta.Lo miré sin entender del todo, miraba esos papeles sin siquiera entender una palabra —¿Custodia? Abogado por favor necesito que me explique como si fuera una niña de primaria —El dinero, las propiedades, las acciones, todo estará a su nombre, pero no para su uso personal. Usted debe conservarlo y gestionarlo hasta que sus hijos cumplan la mayoría de edad. En ese momento, los tres, Ethan, el bebé que viene en camino y usted, decidirán en conjunto qué hacer con la fortuna. Hasta entonces, usted debe protegerla.Me quedé en silencio, No

Capitulo 74Mike no soportó que le quitaran las acciones, estaba furioso, lo conocía y esto era un golpe a su ego machista—¡Esto es una maldita injusticia! ¡Me están robando! ¡Todos! ¡Malditos traidores!Empezó a lanzar todo lo que tenía cerca, Una carpeta voló por los aires, una botella de agua se estrelló contra la pared. Yo me quedé sentada, sin moverme, no voy a negar que el espectáculo me puso los nervios de punta, pero me mantenía firme para que pensara que no le tenía miedo.—¡Y tú! —me gritó señalándome con sus ojos furiosos llenos de odio —. ¡Tú vas a pagar por esto! ¡No te vas a salir con la tuya!Tomó una taza de vidrio y la lanzó directo hacia mí, con toda la intención de lastimarme, no soportaba verme triunfar en medio de la oscuridad a la que me había sometido.No tuve tiempo de reaccionar, Santiago se interpuso antes de que me golpeara y la desvió con el brazo, la lanzó de regreso a donde estaba Mike.Santiago que se había mantenido tranquilo, perdió el control al ver

Capítulo 76Después de aquella información de la policía, senti que había tomado la mejor decisión y Llevé a Santiago a casa.Apenas podía caminar, El brazo izquierdo y la pierna derecha estaban enyesados. Lo sostuve de la cintura y lo ayudé a subir las escaleras con cuidado. Cada paso le dolía y hacia una mueca de dolor.No era el mismo Santiago de antes, el arrogante que cuide cuando estaba paralítico.Al abrir la puerta, Ethan corrió desde la sala y se detuvo de golpe al verlo.—Papá… —dijo con voz bajitaSantiago sonrió los dos nos emocionamos, por fin había un lazo y le decía papá.—Hola, campeón, Te extrañé mucho.Ethan lo miró con los ojos llenos de alegría dando saltitos, Luego lo abrazó con cuidado, apoyando la cabeza en su pecho.—Pensé que ya no volverías —susurró con una sonrisa.Santiago le acarició la cabeza con la mano buena —Siempre vuelvo por ti, hijo, ustedes son mi familia.Yo los observaba desde atrás, sin decir nada, sentí una gran emoción recorrer todo mi pecho

Capítulo 78Narra Isabel....Estaba recostada en la cama, en el apartamento de mis secretos, cuando Matthew apareció saliendo del baño, con una toalla en su cintura y su mirada que buscaba todo de mi Su cuerpo, era el mejor delirio de toda mi vida, su amor era lo que me daba vida, sus ojos llenos de deseo me hacía sentir viva.—Quítate la blusa —me dijo con esa voz entrecortada que era más una orden que una petición No respondí, solo lo hice con una sonrisa. Me la saqué despacio, como si fuera un dulce para el, al ver mis senos libres se derrotio.Lo vi acercarse mientras dejaba caer la toalla, Ya estaba duro como un tronco Muy duro como me gustaba, Y yo ya estaba mojada solo de verlo.Se arrodilló frente a la cama y empezó a besarme el abdomen, subiendo por mis pechos. Los chupó con fuerza, arrancandome gemidos, mientras sus manos me apretaban las caderas.—Te deseo tanto, Isabel… —murmuró—. Cada vez más.Me senté al borde de la cama y lo tomé con la mano, Su pene palpitaba deseos

Capítulo 80Mi cuerpo empezó a temblar, sentía que el aire se me escapaba de los pulmones, no podía ser verdad.—¿Que dijiste? —Roberto es tu padre, engañe a Tomas porque siempre lo ame, Roberto estuvo de acuerdo porque sabia que jamás hubieras tenido prestigio a su lado, nunca hubieras sido una niña de bien —mi mamá suspiro, me miraba con frialdad, quizás solo quería hacerme daño con el golpe más doloroso de mi vida.—No me mientas más —le dije a mi Alicia por que ya no podía decirle mama, mirándola fijamente —. Yo soy hija de Tomás, el es mi papá.Alicia bajó la mirada y Negó con la cabeza, movía su mentón nerviosa.—No, Isabel, no eres su hija de sangre, Él te crió, sí. Te amo, Pero yo lo engañe, no es tu verdadero padre.Me sentí como si me partieran en dos, el mundo se me venía abajo y no sabía cómo detenerlo.—Roberto Castillo y yo tuvimos una aventura —continuó—. Fue solo una vez, Yo estaba sola cansada de ser inferior a mi prima, y me equivoqué. Cuando supe que estaba embar