Capítulo 76
Después de aquella información de la policía, senti que había tomado la mejor decisión y Llevé a Santiago a casa.
Apenas podía caminar, El brazo izquierdo y la pierna derecha estaban enyesados.
Lo sostuve de la cintura y lo ayudé a subir las escaleras con cuidado. Cada paso le dolía y hacia una mueca de dolor.
No era el mismo Santiago de antes, el arrogante que cuide cuando estaba paralítico.
Al abrir la puerta, Ethan corrió desde la sala y se detuvo de golpe al verlo.
—Papá… —dijo con voz bajita
Santiago sonrió los dos nos emocionamos, por fin había un lazo y le decía papá.
—Hola, campeón, Te extrañé mucho.
Ethan lo miró con los ojos llenos de alegría dando saltitos, Luego lo abrazó con cuidado, apoyando la cabeza en su pecho.
—Pensé que ya no volverías —susurró con una sonrisa.
Santiago le acarició la cabeza con la mano buena
—Siempre vuelvo por ti, hijo, ustedes son mi familia.
Yo los observaba desde atrás, sin decir nada, sentí una gran emoción recorrer todo mi pecho