Cuando se despierta, le duele la cabeza y se encuentra atada de manos y pies a una inmensa cama de barrotes y al abrir los ojos, la intensidad de la luz la molesta, todas las lámparas de la habitación se encuentran encendidas y un hombre alto, de cabello castaño claro y mandíbula cuadrada con una muy cuidada barba, vestido de negro y sentado  en un gran sillón, la observa,  mientras hace girar una pequeña navaja entre sus manos.—Bienvenida. — Caterina frunce el ceño y busca en la escueta habitación algún indicio que le permita saber dónde está y quién la ha secuestrado, probablemente un enemigo de Rocco que no sabe que ella ya no se encuentra con él.—¿Quién eres? ¿Qué deseas?—Vamos por partes, vita mia, tú eres quien se encuentra atada a esa cama y soy yo quien hace las preguntas — La vo

Algunos minutos después de que el loco de GianLuca Ruggieri se ha ido, la puerta se abre y aparecen dos chicas muy jóvenes, llevando con ellas lo que parece su vestido de novia.Una de ellas abre los ojos, impresionada al verla atada sobre la cama. La otra chica le dirige una mirada llena de odio. Ya comienza a identificar a las enamoradas de su futuro esposo o tal vez a sus amantes. La chica en cuestión la desata sin decir una palabra, y ella mueve sus rígidas manos, piernas y pies.—Gracias. — susurra.—Buenas noches, señora. — La chica más joven, la saluda y Caterina le devuelve el saludo con una sonrisa.Enseguida se meten en el cuarto de baño y ella las escucha trajinar por un tiempo, cuando le dicen que puedo acercarse para tomar un baño, abre la boca impresionada; las duchas y una gran bañera se encuentran ubicadas al lado de un gran ventanal desde donde se

El entierro de don Cesare Ruggieri, el padre de Gianluca,  es discreto y  contrario a los otros entierros de los jefes que solo se hace con la familia, este contó con la presencia de los capos de las familias de la Cosa Nostra que se encontraban en Italia  y con un extenso grupo de seguridad, y Caterina pudo constatar que se encuentran en Messina, en Sicilia.Ella lleva un velo negro que cubre su cara, está tensa, su respiración es acelerada y su dolor de cabeza ha aumentado.No conoce a las mujeres que la acompañan, las mujeres de las familias de la Cosa Nostra no han venido al entierro, pero los capos sí y Caterina puede ver a don Ettore, a don Pietro, a Nino y, sobre todo, a Rocco. Hay otro hombre muy adulto, acompañado de un hombre que podría tener la edad de su padre, pero nunca lo había visto.El entierro se está realizando en un mausoleo del cementerio, todos entraron por unas p

El cuerpo de Rocco en toda su extensión está pegado al suyo, puede escuchar cómo se mezclan los latidos de su corazón con los de él, inclina su cara y tiene su boca muy cerca de la de ella.            —¿Por qué haces esto? Te deshaces de nuestro bebé y te casas con Ruggieri. ¿Te está amenazando? — Ella lo mira a los ojos y por un segundo desea contarle todo y aligerar la carga que lleva en sus hombros, pero eso sería mucho más peligroso e irresponsable, conociendo a Rocco, sería declarar una guerra en la que tanto él como muchos hombres más podrían perder su vida y solo por su culpa.            —No me está amenazando. Solo hablamos y pensé que era mejor dejar de huir y cumplir la voluntad de mi padre, de don Benedetto

Rocco ha pasado una noche infernal. La madre de Isabella se puso en contacto con su madre en el mismo momento en el que don Pietro informó a su familia de las intenciones de Rocco para casarse y su madre, por supuesto, no dudó en llamarlo y empezar a presionarlo.Aprovechando que se encontraban en Messina, se dispuso que Rocco visitara a Isabella, al día siguiente.Durante la noche, Rocco no pudo dormir, imaginando como Gianluca se follaba a Caterina una y otra vez y la forma en la que ella disfrutaría, cerraba los ojos y la imagen de la mano del imbécil cerrándose en la cintura de Caterina y luego besándola mientras se apoderaba de su nuca de manera posesiva como si fuera su dueño, no salía de su cabeza.Salvatore le dijo en la mañana que tenía una cara horrible, con ojeras y que parecía pálido, algo que no le importó a Rocco, porque estar con Isabella solo era un