—¡Carol! —grité, desgarrando mi garganta en el proceso.Vi el movimiento en cámara lenta. Primero cayó la daga de su mano el sonido se quedó grabado para siempre en mi cabeza, sus ojos llenos de pánico estaban fijos en Luxu, como si solo pudiera verlo a él. Parecía estar pidiéndole disculpas de manera silenciosa, por lo que se hizo a sí misma y, en consecuencia, a su alma gemela, justo antes de que su cuerpo se desplomara.Intenté levantarme y correr hacia ella, sin importarme estar en medio de la batalla, sin interesarme lo que ocurriera con Luxu. Mi cuerpo no reaccionaba, estaba luchando para no caer en la inconsciencia. Ponerme de pie me había costado, pero estaba tan concentrada en ella, que no me interesó el estado actual de mi cuerpo. Tenía que llegar hasta ella, tenía que salvarla.Cada paso me costaba. Cada paso se sentía eterno. Supe, sin lugar a dudas, que llegaría demasiado tarde. Si seguía así, solo llegaría a su lado una vez que estuviera en el limbo. Una vez que ya no hu
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